Es conocido que Estados Unidos, al concluir la segunda guerra mundial, le dio paso a la denominada guerra fría a través de la cual procedió a poner en marcha un plan encaminado a contrarrestar el comunismo tanto en Europa como en Latinoamérica, para lo cual se valió de toda suerte de mecan ismos que facilitaran la consecución de tal objetivo.
Uno de ellos fue el fortalecimiento de sus agencias de inteligencia, siendo la mas determinante la Cia, cuando por su intermedio pudo gestar golpes de estado contra gobiernos que no les eran afines a sus propósitos, hasta llega a montar un mapa de naciones en el orbe que marcharan a su criterio.
Esa influencia les facilitó a sus inversionistas hacerse a los recursos naturales de países subdesarrollados y convertir a los mandatarios en simples marionetas.
Hoy, en Latinoamérica y gran parte del resto del mundo, la situación es diferente cuando los gobiernos emergentes consideraron prudente acabar con esa hegemonía y retomar al manejo directo de sus recursos naturales, ante lo cual el gobierno americano se halla enfrentado a esa realidad a la que la han arrastrado los capitalistas especulativos , llevando a la nación del norte a una situación de aislamiento gradual ante el abierto rechazo de ese tipo de políticas de monopolio , exacerbando en cambio el rechazo de los pueblos que reclaman libertad para sus decisiones políticas y comerciales internas.
Los pueblos de América solicitan su autnomía y Estados Unidos lo debe entender.
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