Al conmemorarse un aniversario más del lejano y glorioso 20 de julio de 1810 , cuando valerosos hombres comenzaron el proceso para dar por terminado el dominio español en nuestras tierras, es necesario señalar que sólo Estados Unidos, Cuba, Nicaragua y recientemente Venezuela, mantienen vigentes sus independencias.
Pese a las diferentes circunstancias en las que, con relación a otros pueblos de América, se dio la independencia de Estados Unidos, como el caso particular de Cuba, por ejemplo, más adelante Nicaragua y ahora Venezuela, lo único cierto es que solamente en ellos se marca un derrotero político y económicos propios, dispuestos por sus gobiernos.
Estados Unidos, como es ampliamente conocido, se dio su propio gobierno al revelarse contra Inglaterra, lugar de donde cada uno de ellos es originario pero que al establecerse en ese lugar del " nuevo mundo", optaron por desconocer los direccionamientos que la corona les intentaba aplicar.
En Norteamérica, como se registró en Cuba y los mencionados pueblos de América, no lucharon los criollos de ese lugar para desalojar al intruso invasor, pues ellos eran los propios invasores y después de diezmar a los nativos, reducirlos a la mínima expresión , cada estado montó su gobierno a semejanza de la metrópoli.
Más adelante se dieron, al convertirse en pueblos confederados, un gobierno de participación democrática que hoy subsiste.
Cuba, al término de numerosas guerras con los españoles, decretó su independencia, la cual han mantenido al inclinarse por el sistema comunista después del derrocamiento de Fulgencio Batista y la llegada al poder de Fidel Castro. Situaciones similares se registraron mucho después en Nicaragua y recientemente en Venezuela.
Hoy Colombia conmemora una independencia lograda por los criollos con la participación de indios, negros y mestizos, con la diferencia que aqui ahora, se siguen directrices aplicadas, no como en esa ocasión por los españoles, pero si por Estados Unidos, llegándose a considerar que acaso habrá necesidad de una nueva y real independencia en la que predomoine la determinación del pueblo y n o las directrices extranjeras.
Mientras en otros lugares, como Argentina, Brasil, Ecuador, inclusive Chile, intentan marcar su propio derrotero,aqui esa posibilidad se advierte un tanto lejana, porque nuestros criollos actuales, a diferencia de los de ese entonces, prefieren la pleitesía al nuevo amo, antes que pensar en una verdadera libertad.
