jueves, 22 de enero de 2015

Un estado colombiano complaciente con los millonarios, siempre vivirá en quiebra

La serie de estudios hechos por quienes conforman los equipos económicos de cada gobierno, en cada administración, dispone otorgar exenciones tributarias a empresas de alto capital sobre la base de que se proceda a la creación de nuevas plazas de empleos a fin de hacerle frente a la desocupación reinante en el país.
Esta es una práctica que se aplica en cada nación con la misma finalidad y se considera que en ellos, la medida arroja resultados diferentes a Colombia si apreciamos el porcentaje de brazos cesantes en el país, pues aqui la reducción de  la cantidad de desocupados no se registra en la proporción que debiera.
Algunos observ adores han considerado que la medida en Colomb ia no es más que una rebuscada excusa para que los altos capitales tributen mucho menos de lo que le debieran pagar al fisco nacional.
Estiman, en consecuencia, que los equipos de economistas no hacen más que decantar su sapiencia en la asignación de más y más cargas fiscales a los contribuyentes de menores ingresos, llevándolos a un desesperante estado de asfixia económica.
Como si esto fuera poco, al gobierno Santos se le ocurre traer a la Ocde, para que brinde directrices sobre un mejor resultado de las finanzas pero con base a apretarle  el cinturon al pobre trabajador con un Iva del 19% y un aumento en la edad de jubilación de una mujer que, fatigada con las peripecias que debe hacer en el hogar para rendir los exiguos ingresos familiares, se le quiere someter a un mayor tiempo para el disfrute de su merecido descanso.
Su cualquiera de nuestros sabios economistas revisara la cantidad de grandes empresas que gozan de exenciones tributarias y estableciera el monto de lo que la nación deja de percib ir por tales complacencias, seguramente diría, sin tanta elucubración, que ahí es donde sea halla el gran hueco fiscal.

martes, 20 de enero de 2015

El capitalismo extremo le quita la paz al mundo

Con el temor natural que nos infunde el tipo de sistema democrático que se aplica  en Estados Unidos, a través del cual se convierte en delito la opinión contraria a sus beneficios, es necesario, sin embargo,manifestar el siguiente punto de vista: La mayoría de personas en Latinoamérica, al reprochar una determinada conducta de Estados Unidos hacia un país débil, generaliza, dando a entender que todo el mundo allá es igual, pero no, una cosa es el nortemericano común y corriente, como ocurre entre nosotros, y otra diferente, muy diferente, es el norteamericano capitalista.
Los primeros disfrutan de las comodidades, de las ventajas que les otorga su desarrollada nación, En él encontramos una mayor identificación con las carencias que agobian a los paises pobres o en crecimiento.
El norteamericano capitalista,  por el contrario,  es quien ha hecho posible que las aludidas carencias hayan llegado al estado crítico en el que se aprecia en el mayor número de poblaciones de Latinoamérica.
Pero por qué se ha llegado a esa condición, no es un secreto, pero por no serlo, es necesario recordarlo una y otra vez.  Las utilidades económicas de los capitalistas han sido llevadas al máximo grado de exacerbación hacia los pueblos que han optado por su dinero  para obras de infraestructura y otros planes de desarrollo, facilitándoles un exagerado enriquecimiento.
Y son esos pocos capitalistas, quienes amparados en su fortaleza económica, quienes pueden acceder al manejo de los hilos de cada gobierno, inclusive, los de su propia nación, propiciando el intervencionismo, inclusive el armado, para favorecer su desaforado apetito de riqueza.
Si ese tipo de capitalismo al extremo fuera regulado con tasas de interés o de ganancia m ás justa, seguro que la equidad permitiría la paz universal.

jueves, 15 de enero de 2015

La palabra LIBERTAD no se puede aplicar solamente a Estados Unidos

Los movimientos  políticos que se advierten en distintos lugares del mundo  y en los que Estados Unidos tienen alguna participación, ya sea directa o indirectamente,  nos lleva a preguntar, por qué  si los colonos ingleses establecidos en territorio del Nuevo Mundo lucharon por su independencia de la Corona británica , le impiden, empleando  su fuerza bélica y económica a otros pueblos, ser libres?
Cómo se entiende que siendo la LIBERTAD uno de los postulados de la Constitución americana, entonces, por qué no se lo permiten a Puerto Rico, por qué presionan a Cuba con el cerco económico, y por qué ahora pretenden someter por la fuerza a Venezuela?
Acaso, el postulado de LIBERTAD sólo es aplicado a Estados Unidos? Querra decidr ello que el resto del mundo debe tener una interpretación diferente de tan significativa palabra y en consecuencia, permitir que la misma sea aplicada según  el parecer de los americanos?
Si ello no es así, entonces por qué no se permite, en el caso de Puerto Rico, obtener su independencia y que el pueblo establezca su propio sistema de gob ierno. En lo que hace a Venezuela, no sería mejor dejar que sean los venezolanos quienes determinen  su sistema político-adn istrativo y no incentivar la existencia de una situación en la que finalmente es el pueblo el que paga las consecuencias de las revueltas, de un golpe de estado o finalmente, de una intervención armada por parte de Estados Unidos?
Otra pregunta, acaso, se hace indispensable que Estados Unidos se trraslade a cada lugar del mundo en donde surjan diferencias, distintos criterios políticos entre  los habitantes de una nación cualqujiera para actuar cual policía?


domingo, 11 de enero de 2015

Cuando la herida no es de uno, sólo duele en el cuerpo ajeno

La pesadilla que por dos días vivió París ante la de,demencial acción  de extremistas islámicos, quienes masacraron a quince personas, estremeció a Europa en su sentimiento, al punto de motivar la protesta general.
El aleve ataque también produjo la indignación en América, lo cual nos lleva a una molesta pero necesaria reflexión, por qué no percibimos con la misma intensidad el dolor, la tragedia que ocasionan la destrucción, la muerte y desplazamiento que motivan los bombardeos a pueblos en Oriente para pedirle a las potencias en Occidente, frenar sus desmedidas acciones que terminan afectando , quiérase o no, a la población civil.
La imágenes que registra la televisión sobre el doloroso drama que soportan en carne propia las centenares de madres que se ven privadas de poder proteger a sus hijos del intenso frío  en la zona de Gaza debido a la destrucción de sus viviendas por los indiscriminados ataques de Israel con el auspicio de Estados Unidos, Francia e Inglaterra, debieran llevar a la reflexión.
En Occidente rechazamos la violenta actuación de los extremistas que le cegaron la vida a inocentes personas llevados por el fanatismo religioso , debido especialmente, a su cercanía con nosotros y por el grado de identidad que con los afectados, lo que no ocurre, en cambio, con las familias, los seres humanos que en otra latitud, padecen en carne propia el destructor efecto de las balas, de las ondas explosivas de las pesadas bombas.
La violencia, cualquiera sea su  origen, motivación,  estremece al ser humano, pero aquí es necesario indicar que el dolor solamente se siente cuando la herida es en nuestra propia carne, no en la carne ajena.
Los terroristas en París, reclamaron respeto a su figura espiritual y el cese de los bombardeos a sus territorios. Es eso imposible? Acaso lo demencial no está presente también en la actitud de altos capitalistas que buscan manejar los recursos petroleros o de otra índole de cualquier nación diferente a las suyas sin importar los métodos y muchos menos, sus consecuencias?

sábado, 3 de enero de 2015

Los latinoamericanos deben fortalecer su conciencia política

Al iniciarse un nuevo año cargado de grandes expectativas, debido especialmente a los movimientos geopolíticos de las grandes potencias encaminados a fortalecer sus zonas de influencia, se hace indispensable  acudir a la perspicacia del pueblo para que aplique el sano razonamiento y evite ser arrastrado por el mismo sendero de la frustrada esperanza al que lo ha llevado el desbordado apetito de capitalistas  que presionan a cada gob ierno, para que con base a la violencia, se les garanticen sus altas utilidades económicas.
Pero esa claridad de pensamiento será más fácil de alcanzar a medida que el ciudadano  en Lationoamérica se involucre de manera decidida en lo político, dándole a su voto la importancia que el mismo tiene para la conformación de organismos legislativos, escoger administradores seccionales y designar presidentes.
Cada ciudadano deberá ser consciente de su decisivo papel en lasjornadas electorales para que antes de decidir su sufragio, haga un detenido análisis de los aspirantes a obtener su respaldo y evite dejarse arrastrar por quienes  solamente han convertido las elecciones en su gran negocio de familia y y el poder ser amigos de las transnacionales, olvidándose en cambio, del deber que debieran tener de trabajar por alcanzar logros sociales y de infraestructura que redunden finalmente, en mejores condiciones de vida para el pueblo.
El ejemplo de Colombia, es el mismo que se puede aplicar en cualquier otro pais en donde el capitalismo abusivo sea el que impere. Es ampliamente sabido que aquí existen familias cuyo único trabajo es adelantar vigorosas campañas electorales que les permita un abultado caudal electoral, para garantizar la llegada al Congreso de uno de sus miembros quien deberá gestionar los jugosos contratos estatales, para ellos, y sus amigos extranjeros..
Aquí los ejemplos se cuentan con los dedos de la mano y aún así, gran parte del electoral se deja conducir por ese sendero del cual , al final de una gestión, sólo les quedan las alucinantes promesas.
La presencia de lo malos capitales extranjeros que buscan mantener en el Congreso y en la administración pública a esos que les facilitan las vías de los contratos parta la explotación de nuestros recursos naturales, sin importarles en lo más mínimo que a la nación sólo les queden los socavones y las envenenadas cuencas.Esa esla otra  tarea que deberá tener en cuenta el sufragante..
Ante estas razones, solicitamos una vez más al cada vez más consciente elector su decisión de evitar, con su voto, que las cosas sigan como hasta ahora ha ocurrido.