Las viciadas actuaciones de quienes ostentan el poder en Colombia, pretenden enmarañar en palabras, la actitud asumida por lìderes guerrilleros

Los gobiernos, cualquiera èl sea, siempre han tenido la gran ventaja de manejar de manera libre el direccionamiento de la informaciòn en torno a hechos de relevancia y con incidencia en la masa social , lo que les permite lograr una falsa conciencia colectiva frente a hechos que generalmente resultan ser discutibles si se les mira desde un àngulo de absoluta imparcialidad.
La imparcialidad, sin embargo, tambien resulta discutible dado que cada ser humano procura tomar una posiciòn o lìnea polìtica acorde con sus inclinaciones.
De todas maneras, veamos nuestro caso. Ante las recientes declaraciones de dirigentes de las Farc acusando al gobierno Duque de haberle incumplido al proceso de paz firmado con la administracion Santos en Colombia, se ha suscitado lo que se podrìa llamar un tsunami polìtico, cuando las voces contrarias a la tranqilidad en un paìs envuelto en la violncia desde hace màs de seis dècadas, hablan de traiciòn  de los guerrilleros, pese a caberles el mayor porcentaje de responsabilidad.
Al adoptar tal actitud lo hacen  en el convencimiento de obtener sus frutos, cual es la de inclinar a un amplio sector de la opiniòn ciudadana hacia lo que no son màs que  sucias tretas para afianzarse en el poder con base a la truculencia informativa..
Y con la truculencia informativa se fortalecen siniestras figuras representativas del alto capital que al llegar a la presidencia de un paìs profundizan las grandes diferencias entre ricos y pobres, entre poderosos y asalariados, ante lo cual la situaciòn social, especialmente en Occidente, como lo registramos de cerca en Colombia, en Argentina, Brasil, Centro Amèrica, se agudiza, sin que se le pueda ver una pronta salida .
Hay una estrategia, la perversa alianza entre polìticos, capital especulativo y medios de comunicaciòn, èstos ùltimos llamados a ablandar la mente, la conciencia del trabajador, del campesino, del indigena, para que se acepte como legal cada una de sus viciadas actuaciones.
 

La oligarquìa colombiana cayò ante la sagacidad de la ultraderecha venezolana que la ha puesto a trabajar para ella

Se puede asegurar, como si hubiese sido en un abrir y cerrar de ojos,  que Amèrica Latina empezò a sentir el rigor de una desbordada migraciòn de ciudadanos venezolanos de todos los estratos sociales, pero bàsicamente, de los sectores màs bajos de la poblaciòn, impulsados por la angustia, la desesperaciòn por no saber hacia dònde marcha su paìs despuès de haber perdido su estabilidad polìtica alcanzada con base a un sistema aplicado por el expresidente Hugo Chàvez, quien un dìa considerò que los paìses de la regiòn, tal como lo hizo Fidel Castro en Cuba, debìan iniciar con fuerza su cambio hacia un modelo propio ecònòmico y polìtico, bautizando el de èl como  "Socialismo del Siglo XXI".
Este proyecto polìtico puesto en pràctca por Chjàvez, fue motivado despuès de haber hecho una evaluaciòn del comportamiento de la dirigencia polìtica del lugar y advertir que solamente ellos tenìan derecho a todos los privilegios, desde educaciòn, hasta el disfrute de las comodidades que le permiten los buenos ingresos econòmicos a un ciudadano.
Con el Socialismo del Siglo XXI se empezò a alterar la ecuaciòn  de las utilidades econòmicas obtenidas por las grandes empresas, para que permitieran la reorientaciòn` hacia los sectores populares y con ello, llegò la puja entre industriales y gob ierno, al estimar los primeros que se les querìa despojar de sus privilegios,  sobre todo, de esa plusvalìa que  los llevò a convertirse en multimillonarios.
El inesperado fallecimiento de Chàvez, le permitiò a la arrinconada clase polìtica venezolana darle otra orientaciòn a sus pasos y es asì como se pone en marcha un intenso plan de sabotaje al gobierno de Nicolàs Maduro, su sucesor, hasta motivar el enfrentamiento del pueblo contra el pueblo en la esperanza de alcanzar el derrocamiento del nuevo mandatario, y para lo cual se ha contado con la estrecha participaciòn de Estados Unidos, naciòn àvida de hacerse a los recursos petrolìferos de la naciòn suramericana.
La determinaciòn de una gran masa del pueblo por mantenerse incòlume en su nueva filosofìa polìtica motivò en la oposiciòn nuevas estrategias de lucha, siendo una de ellas, la de valerse de la oligrquìa colombiana, cual idiotas ùtiles, para ejercer toda suerte de presiones con miras a retomar el poder, consecuencia, la ola migratoria que hoy recorre a Amèrica Latina y la que al parecer se ha convertido en un gran negocio para los gobiernos receptores al requerir aportes economicos de todo el mundo para la atenciòn a quienes fueron obligados a abandonar su tierra.
Mientras los desterrados viven su angustia, sin patria, sin futuro, unos avivatos se dan la gran vida en tanto esperan confiados se les retorne el poder perdido.

LA ÈTICA, NUESTRA PALANCA PARA EL CRECIMIENTO

En un mundo convulsionado por desfaces administativos que han llevado a la quiebra a prestigiosas instituciones bancarias, financieras, resulta de suma importancia hablar de lo que representa lo ÈTICO en el manejo de organizaciones como Lloyds Bank que hoy lo erigen como uno de los màs sòlidos en toda Europa.
Lo ètico es la palanca que nos ha llevado a un crecimiento sostenido dado que el buen manejo de los capitales puestos a nuestro servicio, nos permiten, primero, cmpliar carteras de crèdito y segundo, distibuir al final de cada balance, positivos intereses a los cuentahabientes.

 

UN DESCLASIFICADO QUE AFECTA SERIAMENTE A GUSTAVO PETRO

La publicaciòn de Wikileaks de unos desclasificados en los que se asegura que Gustavo Petro habrìa sostenido reuniones con miembros de la Cia para darles a conocer nombres de algunos dirigentes en Colombia presuntamente vinculados con la extinta Farc, entre los que se destaca la exsenadora Piedad Còrdoba, ha caido como un balde de agua frìa en los sectores polìticos de la naciòn, especialmente en el seno de la izquierda.
Sin que se haya producido un pronunciamiento formal del actual Senador y excandidato presidencial en la pasada contienda electoral en la que saliò victorioso Ivàn Duque, se debe indicar que la divulgacion ha motivado diversas reacciones, entre èstas la de Piedad Còrdoba, quien ha dado a entnder que se siente decpcionada con tal actitud pues con ese hecho le permitiò al exprocurador Alejandro Ordòñez, haberla sancionado con la imposibilidad de participar en la vida pùblica de la naciòn.
Ahora habrà que esperar de igual manera, la posiciòn de los numerosos seguidores del dirigente polìtico a fin de saber si tal actitud merecerà su  rechazo y desconfianza para seguirlo acompañando en  actividades proselitistas.
Si finalmente lo expuesto en el documento desclasificado es real, se debe afirmar que se tratarìa de un lamentable caso màs de la debilidad de nuestras principales cabezas de la vida pùblica por congraciarse con las bajezas de la polìtica norteamericana encaminada a causar todo el daño posible a los sectores progesistas y asì permitirle a la ultraderecha su pleno dominio en la vida de los paìses en Amèrica Latina.

LOS NORTEAMERICANOS NO SON TRUMP, UN GOBERNANTE NO ES UN PUEBLO

Cuando se habla de Estados Unidos en lo que hace a situaciones de guerra, motivaciones polìticas para impulsar una nueva confrontaciòn, o hechos concernientes a tratos desventajosos  en lo econòmico con gobiernos en Amèrica Latina, necesariamente hay que establecer una diferencia que permita excluir de culpabilidad de tales actuciones a la poblaciòn civil, la que generalmente se halla al margen de las actuaiones de  quienes manejan el gobierno Norteamericano.
Generalmente quienes hacen alusiòn a las señaladas situaciones, engloban el calificativo, Estados Unidos, los Norteamericanos , con lo cual se hace partìcipe de tales hechos a quienes cuyo ùnico pecado es hacer parte de una naciòn pero en calidad de sujetos pasivos.
En consecuencia, lo correcto serìa culpar a quienes tienen voz y mando para disponer una guerra, intenciones de agresiòn violenta, como la que hoy se registra en Venezuela, pues los norteamericanos, en tèrminos generales, son personas abnegadas al trabajo, a la dura lucha por la diaria subsistencia, màs resistièndose en su interior, en su intimidad, a ese tipo  de actitud de quienes sostienen actuar a nombre de Estados Unidos.
Tanto es asì, que en èste momento un alto porcentje de la poblaciòn rechaza de manera abierta el comportamiento de un presidente que prometiò recuperar una economìa sumida en una profunda crisis por su deuda externa  y cada vez enfrentado a momentos àlgidos ante los continuos choques de criterio con los gobiernos de Rusia y China, sus mayores contrincantes en lo geopolìtico.
Mientras Tump impulsa una agresiòn conta Venezuela, un alto porcentaje de sus habitantes se opone de manera abierta a tal actitud al considerar que se està actuando fuera de los principios internacionales de comportamiento entre las naciones democràticas.
Hay que repetirlo, un gobernante no es un pueblo.