domingo, 25 de febrero de 2018


ANTE EL INCUMPLIMIENTO DE LOS PROGRAMAS DE CAMPAÑA, BUENO ES EL NOMBRE DE VENEZUELA

El hervidero político que hoy se vive en Colombia con motivo  de los procesos electorales previstos para la escogencia de congresistas y nuevo presidente, ha subido en intensidad a raíz
de la determinación de la Corte Suprema de Justicia de notificar al expresidente Alvaro Uribe sobre la posible  apertura de investigación en su contra  al estar señalado del presunto empleo de falsos testigos para hacerle acusaciones al senador Iván Cepeda.
El ahora senador Uribe se halla enfrentado de tiempo atrás con el senador Cepeda quien lo señala      de haber conformado bandas paramilitares cuando actúo como gobernador de Antioquia.
Sectores de la opinión nacional esperan que ésta nueva circunstancia que "matiza" la política en Colombia, le brinde un viraje a la actitud de los candidatos presidenciales por parte de la derecha ,   empezando por el Centro Democrático y pasando por los demás partidos de esa tendencia política, para que le bajen la intensidad a su decisión de emplear la crisis interna de Venezuela como bandera principal, mientras descuidan, en cambio, los álgidos temas nacionales que como allá, agobian a las clases populares.
Seguramente el exmandatario, uno de los más furibundos enemigos del sistema  político de la República Bolivariana  tendrá que prestarle mayor atención a su situación personal, lo que de hecho, contribuirá en tal intención.
El pretender afianzar cada campaña en las evidentes necesidades de Venezuela, permite pensar  que para los aspirantes a la Casa de Nariño resulta de más fuerza el argumento de buscarr un cambio en la política de la vecina nación, antes que entrar a plantear un serio, fundamentado, análisis de cada problema que aqueja a Colombia, en la intención de hallarles la apropiada solución.
La otra muletilla de la derecha, es la izquierda, contra la cual le hacen permanentes llamados a los electores para que eviten la llegada a la presidencia de cualquiera de sus representantes hoy en contienda. Esa es la táctica de la derecha, a falta de válidos argumentos para recuperar la confianza perdida, buena es la cizaña.
El expresidente Uribe, curtido en la arena política, hoy dice sentir "un dolor en el alma"al referirse al empresario y periodista Pedro Juan Moreno, muerto en un extraño accidente aéreo, especialmente, porque hay "unos hijueputas que nos están escuchando".

viernes, 9 de febrero de 2018

El ataque a líderes de Farc, de indignados o de oportunistas políticos?


La campaña de incitación a la violencia contra dirigentes o candidatos de la Farc puesta en marcha por el Centro Democrático , como ha sido denunciado  por el nuevo grupo político,  está llevando al país a una situación de mayor polarización a la ya existente a partir de los diálogos  para la paz que emprendió el presidente Santos.
La posición adoptada por quienes desde distintas vertientes de la denominada ultraderecha de Colombia, pero evidenciada en aspirantes del Centro Democrático que con megáfono en mano llaman  al rechazo público de los de la Farc, produciéndose agresión a sus comitivas, hablan con claridad de la posición de  algunas personas de llegar a ese tipo de táctica como la manera más fácil para captar el voto que les garantice una credencial.
La propensión a la violencia impide, de hecho, el que para conseguir simpatizantes, se acuda a lo programático tal como lo establecen los cánones democráticos.
La descontrolada actitud para incitar a la agresión contra quienes ahora concurren a lo político para acceder al poder  se podría considerar es  un contagio de la conducta de aquellos que siempre han preferido la forma irregular del actuar, para ostentar una credencial cualquiera ella sea.
Por qué se quiere utilizar una campaña política para reclamar de manera airada lo que se debió haber hecho con igual beligerancia en su momento, al momento de desarrollarse los diálogos en la Habana o más adelante, cuando los líderes del grupo desmoviilizado recorrieron el país para pedirle perdón a las víctimas, para ahora pretender pescar incautos fungiendo cual indignados líderes, indignados, pero fuera de tiempo, lo que bien se puede tildar de oportunismo político.
El gobierno anuncia sanciones a los responsables de ese tipo de acciones, pero que se cumplan, todos tienen derecho, especialmente cuando hubo acuerdos para una desmovilización.


domingo, 4 de febrero de 2018

Beneficios tributarios y no a la izquierda, al "castrochavismo", banderas de una desesperada derecha

La guerra al proceso de paz, a su implementación definitiva y el cerrarle el paso a la izquierda para que pueda acceder a la presidencia, además de beneficios tributarios a las empresas, constituyen el grueso  de las propuestas de campaña de los aspirantes al manejo del estado por parte de la derecha en Colombia en su intento por derrotar el fantasma de la corrupción
Lo demás, planes de vivienda, restructuración de la salud, impulso a la infraestructrura , son temas que usted puede encontrar en las ofertas programáticas de cada cuatrienio y las que al final del período,  quedan convertidas en algo que no fue.
Quienes desde distintos ángulos han ofrecido su rechazo a la mayoría de los puntos base del acuerdo gobierno-Farc, especialmente el concerniente a su participación en política como grupo desmovilizado, al igual que a otros beneficios propios de la dejación de armas de un sector en beligerancia, han insistido en su revisión, otros más radicales, en su anulación, para lo cual han ejercido toda su influencia desde el Congreso u organismos jurídicos como el Consejo de Estado, Corte Constitucional y la propia Fiscalía.
Ahora, la mayor propuesta de campaña, cual obsesión,  es impedir, también, la posibilidad al nuevo partido político de avanzar en sus intenciones de acceder a organismos del estado a través del voto, como el Congreso  y, más aún, a la presidencia, al estimar que con ello se llegaría al "castrochavismo" en tanto, de manera simultánea le ofrecen al empresariado grandes beneficios tributarios que ampararán en la engañosa estrategia de mayor apertura de fuentes de empleo, lo que finalmente no ocurre, más sí, se les facilita una mayor acumulación de capital.
No se piensa en una Colombia con derecho a crecer en armonía, en la posibilidad que todos jalonen hacia un mismo objetivo, el beneficio colectivo. El aliciente y los beneficios terminan siendo para  lo privado.

sábado, 3 de febrero de 2018

Con ríos de vanas promesas y la política del miedo, se espera ganar la presidencia y su apéndice, el Congreso


Ríos de promesas, años de engaño , manipulación mental, a eso es a lo que se somete el  pueblo que cada cuatrienio se  enfrenta a los desgastantes procesos electorales establecidos en los regímenes "democráticos"para la " libre" designación de quienes los han de representar en los distintos organismos estatales con base al voto ciudadano.
Ciudades y pueblos se hallan enfrentados, una vez más, a la incontenible verborrea de aquellos que exorbitan los ojos pretendiendo acentuar, ante el manejable ciudadano, unos ofrecimientos que bien saben no van a cumplir, como ha venido ocurriendo campaña tras campaña.
Más, cuando los engaños son reiterados, necesariamente, los postulados se van quedando sin argumentos  " de enganche", ante lo cual se hace necesario acudir a otros medios de  distracción  que puedan cautivar y qué mejor que emplear como válida bandera el rechazo a todo lo contrario al establecimiento, a la continuidad de un sistema político.
La expresión, "izquierda", parece ser el milagro de los representantes de los partidos tradicionales, descuidando, en cambio, todo lo programático. " No al castrochavismo", " no podemos aceptar que nos gobierne un Timochenko", "Colombia no puede ser otra Venezuela", etc.  Es el miedo al que se debe someter al ciudadano lo que debe entregar la llave para retornar a esa credencial que facilita el acceso a los presupuestos.
Pero surge otra realidad, cual es, la perversa incidencia de los medios  de comunicación de hacer creíble  lo que se le dice al elector y todo, por la gruesa paga que reciben de cada candidato para permitir que una vez más, el dinero sea como esa gran manta con la que se cubre el engaño.
Con la posible toma del poder por parte de la subversión y la necesidad de aniquilarla, se vendieron dos campañas a la presidencia y con el mismo argumento, los representantes de los sectores que por siempre han usufructuado el poder, esperan seguir ostentando la presidencia y su apéndice, el Congreso.