viernes, 25 de abril de 2014

Los campesinos colombianos, expuestos otra vez por el Ministro Pinzón

El Ministro de Defensa , Juan Carlos Pinzón ha dicho de manera perentoria que la guerrilla  está participando en la realización del paro campesino programado para el próximo 28 de abril y a través del cual las familias que viven del agro en Colombia buscan exigirle al gobierno  la real solución a sus ´múltiples necesidades.
El Ministro sostiene que su aseveración la hace con  base a una serie de comunicaciones interceptadas a la subversión y las cuales dejan ver su propósito de sacarle provecho al aludido movimiento.
Sin embargo, dirigentes campesinos han señalado que la actitud del Ministro Pin zón lo único que busca con ello " es justificar cualquier tipo de acción de la fuerza pública contra quienes tomen parte en el movimiento, como ha ocurrido en otras ocasiones"
La prensa le ha hecho eco a tal aseveración ante lo cual voceros de organizaciones campesinas señalan  que ante tal actitud de quienes actúan frente al m icrófono o las pantallas de televisión, ellos quedan expuestos a los abusos que se puedan generar por el hecho de reclamar atención a sus altas necesidades. " Estamos en la ruina, pero es un pecado reclamarle al gobierno  por una solución", dicen.
Es necesario que el Ministro Pinzón adopte una actitud diferente para que le evite a los maltratados hombres del campo, ser víctimas una vez más de las injusticias de un sistema que por años ha mantenido abandonado el campo colombiano.

sábado, 12 de abril de 2014

Colombia, debe ser administrada por una mujer? Será que aquí se sigue el ejemplo de otros países?

Será necesario que llegue una mujer a la presidencia en Colombia  para que le ponga orden a la casa? Para mi existe una sola respuesta, SI
Lo que se observa en Latinoamerica y algunos paises occidentales desarrollados, es que al parecer es la respuesta  al abierto inconformismo de los pueblos al pésimo comportamiento de los hombres en el manejo de gobiernos.
Es la tendencia que de manera gradual se está tomnando a la región cuando en Chile, por ejemplo, los electores se inclinaron de manera mayoritaria por volver a Michele Bachelet ante el desengaño sufrido con la administración de Sebastian Piñera quien fue objeto de permanentes protestas por parte de la juventud, reclamándole acciones más positivas en el sector de la educación, la salud y otros aspectos vitales para las nuevas generaciones de esa nación.
También lo hicieron Brasil, Argentina, Alemania con Angela Merker, como primer Ministro y ahora en Colombia se proponen los nombres de Clara López y  Martha Lucía Ramírez, ésta última vinculada al partido conservador y quien laboró como Ministra de la Defensa en el gobierno de Alvaro Uribe, por lo que se le señala de haber  recibido de él una mala influencia que le ha impedido alcanzar un mayor respaldo por parte de los electores, al estimarse que está inclinada por la guerra.
En consecuencia, queda libre  el nombre de Clara López, perteneciente a la izquierda colombiana  y quien ha dicho que está dispuesta a buscarle solución a los álgidos problemas que por décadas han afectado a la clase de menores recursos económicos del país, además de sentirse firmemente  dispuesta en hallarle una solución definitiva al problema  de la paz en Colombia.
El actual presidente Juan Manuel Santos  ha sido objeto de toda suerte de críticas , especialmente por parte del sector obrero y campesino, al indicar que no ha sabido actuar contra las multinacionales, las cuales son acusadas de estar ocasionándole grandes perjuicios a la nación.
En consecuencia, qué le queda al elector indeciso, al elector esquivo, probar suerte con una mujer, en éste caso con Clara López para ver si Colombia puede alcanzar el adecuado manejo administrativo que n o han podido los hombres, por lo menos, hasta ahora.

martes, 1 de abril de 2014

En Colombia, cuatro años de gobierno al ritmo de Uribe

Cuando el próximo 7 de agosto concluya el actual período administrativo de la nación, podemos asegurar que Colombia vivió cuatro años de gobierno del presidente Santos, pero al ritmo del expresidente Uribe.
Ello es así cuando advertimos que las mayores decisiones del presidente estuvieron prácticamente atadas al criterio final de Alvaro Uribe, quien luego de conocer  la conformnación del gabinete Santos, optó por declararse en oposición para controvertir con acrimonia cada acción del nuevo mandatario.
Su mayor ahinco como opositor lo representó su rechazo al proceso de paz de la Habana al argumentar que Santos lo que pretendía era entregarle la nación a la subversión, pese a ser absolutamente consciente que esa aseveración era algo alejado de toda posib ilidad ante el carácter mismo de la formación política del presidente, quien lo que menos ha mostrado es cualquier identificación con la izquierda colombiana.
Nunca aceptó responsabilidad alguna de su gobierno ante los fracasos o salidas en falso de divcersas situaciones como por ejemplo , el caso Nicaragua tambén manejado por su administración; el caos en la salud propiciado por él y tantos otros hechos relevantes que hoy afectan la vida de los colombianos.
Él se opuso al proceso de paz e impidió, con sus críticas, que se hubiera pactado una suspensión bilateral de las hostilidades mientras se llegara al acuerdo final, con lo cual solo se permitió que Colombia siga enfrentando los horrores de un conflicto que se ha extendido en el tiempo, aupado por los grandes beneficios que reciben sus propiciadores.
Fianalmente, los trinos de Uribe lo convirtieron en un presidente en la sombra, facilitándole su retorno al Senado con una gran fuerza, cuando debió ser lo contrario si Santos se hubiera dedicado a desconocer de plano sus mal intencionadas críticas. Santos, al país, le decía que no, cuando en el sujbconsciente, era llevado por los direccionamientos de su ex-jefe.