El llamado del Papa no se puede quedar en la fantasía de un líder religioso

Las conmovedoras palabras del Papa Francisco cuando aborda el tema de la cada vez más profunda brecha social hoy presente en el mundo capitalista, permite que la mente caiga en la fantasía, hasta llevarla a creer en la proximidad de un vuelco en las relaciones de valores, para que el ser humano sumido en imposibilidades, pueda alcanzar una adecuada inclusión en el mundo moderno.
Su visita a Estados Unidos ha motivado una gran esperanza  entre las comunidades marginadas para que tanto gobernantes como empresarios cumplan tareas incluyentes. .
Las aseveraciones del sumo pontífice en sus diversas intervenciones, debieran servir para llamar a la seria reflexión con las guerras que abaten a distintas zonas del mundo y que han motivado una gigantesca inmigración que mantiene en zozobra a Europa entera.
Y, es solo una fantasía cuando reconocemos que el armamentismo y el reforzamiento de bases militares, aspecto abordado por el Papa en el seno del Senado en Washington, es uno de los aspectos dificiles de detener por el afán hegemónico en el que insisten las potencias.
Pero es el llamado a la reflexión seria de los líderes la que debiera romper la corriente de la violencia, motivada asi mismo por quienes basados en su fuerza económica, pretenden que las principales transacciones comerciales se cumplan en cada país con base a sus proyecciones financieras, forzando a los gobiernos actuar con sujeción a las normas que se les dicte.
Su  principal punto de apoyo para ese propósito lo constituye el poder bélico puesto a disposición de mandatarios "amigos", para facilitarles, con su uso, vencer cualquier resistencia.
Es así como las ventajas bélicas mantienen a naciones enteras sometidas a una absurda destrucción. Ante tan incuestionable realidad, se requerirá de las enérgica determinación de los pueblos  para que el llamado del Papa Francisco, que es el clamor del mundo, no siga sometido en una utopía, en una agradable fantasía de un líder religioso y de un pueblo que sufre.

Habrá paz en un país forjado en el crimen político?

Esta pregunta representa la inquietud de quienes, en la medida de sus posibilidades, alzan su voz para reclamar la paz para  una nación cuyas últimas generaciones  han crecido en la violencia.
Es normal que entre la mayoría de la población exista el escepticismo  en torno a la definitiva obtención de tan preciado propósito debido a los alcances que en todo orden guardan  los sectores que desde su orilla, o mejor, desde su guarida, actúan porque ese ideal de un presidente y la ciudadanía, no se concrete.
Los diálogos de la Habana hablan de una posibilidad que se halla a la vuelta de la esquina, mientras desde la orilla opuesta se pretende lo contrario.
Las cifras para el notable pesimismo son dicientes. En lo que va del presente año han caído asesinados sesenta y nueve líderes, diez de ellos en los últimos tres meses. La preocupante cifra la completan las más de quinientas personas  amenazadas de muerte , al parecer, por parte de bandas conformadas por exintegrantes de las autodefensas. No se pueden olvidar los centenares de viles crímenes y desplazados ocurridos a lo largo de más de sesenta años de la antihistoria colombiana.
Ante tal realidad, hasta dónde puede llegar  el compromiso del gobierno Santos y venidero, para que a los desmovilizados de la subversión se les respete la vida y se les permita, según los acuerdos a celebrarse, incursionar  en política y cumplir con su proselitismo, como sí lo hacen a sus anchas los generadores de la actual violencia?
No serán suficientes, enton ces, los acuerdos, las normas jurídicas a las que se acuda para darle legalidad a la desmovilización guerrillera, si al estado  se le hará imposible conseguir que el ingreso de ésta a la vida civil, no se cumple dentro de lo pactado. Si el gobierno pretende para el pueblo una anhelada paz, tendrá que acudir a toda su disposición logística para que se ponga fuera de lugar, de manera definitiva, a los enemigos de la paz y a sus brazos armados.

Las dos caras de la oposición en Colombia

Colombia es un país cargado de particularidades, dados los hechos disímiles a los que el ciudadano debe enfrentarse, hasta darlo como un hecho  natural.
Por décadas, el término " oposición" se empleó para identificar a quienes desde una concepción política diferente, dejaron ver su diferencia con el estilo de gobierno impuesto aquí con el ingreso a la vida republicana que es aplicado  por cada presidente proveniente de los dos principales partidos convertidos en tradicionales.
Quienes desde entonces han optado por tal concepción, han sido objeto  de toda clase de persecución por parte de un estado que se clasifica como " democrático", " doctrina política partidaria de la intervención del pueblo en el gobierno".
Crimenes, desapariciones forzadas, marginamiento en actividades partidistas , condenas sociales, llegando inclusive a la anulación de algunos de sus derechos civiles. Los ejemplos en tal sentido se dan de manera abundante en Colombia.
Pero dónde está lo particular? Precisamente, en lo que representa el oportunismo político, visto por algunos como lo sagaz, lo inteligente, al advertir su gran posib ilidad de poder jugar a su entojo , al ser parte integrante de ese sistema de gobierno fijado para manipular a una nación.

Es asi como hoy en Colombia se confunde a la opinión nacional, especialmente al votante, al identificarse como " oposición" para quitarse de encima la clasificación de representante de una extrema derecha que no se cansa de sacarle  toda clase de ventajas al estado, a la justicia, etc.
Oposicion; // Minoría que en los cuerpos legislativos,impugna los actos y las doctrinas del gobierno". Pregunto:  Se impugna una doctrina o, se pretende una manipulación?
Por qué a ésta oposición  no se le somete a la misma persecución que sufre, en cambio, cualquier grupo político identificado con lo social?
 

La complicidad de Europa en la tragedia de los migrantes

La tragedia que hoy vive la humanidad ante la ola migracionista desatada en Äfrica y países del Medio Oriente, lleva la directa complicidad de algunos gobiernos de Europa al brindarles total apoyo en las acciones bélicas desatadas bajo disfrazadas justificaciones por quienes tomaron como filosofía de existencia, la violencia,
El supuesto combate al terrorismo Musulman  por parte de Estados Unidos, Israel, Turquía, Alemania, Inglaterra y Francia, así como ciertos países árabes , esconde el real propósito del gobierno norteamericano y sus capitalistas  para tomarse el poder en Iran y Siria, tal como lo hicieron en Irak y Afganistan, en donde establecieron gobiernos afines a sus intereses económicos.
Esta aseveración  no tiene nada de novedosa,  lo cual, lo angustiante es el resultado de todo ello, cuando el mundo observa con espanto, como  miles y miles de desesperadas familias buscan  atravesar el mediterráneo  en su justificado afán  por ponerse a salvo de unos bombardeos que motivan ruina, desolación, miseria, ante la indiferente mirada de complacientes gobiernos que han acolitado tal barbaridad contra indefensa poblaciones .
El meditereráneo dejó de ser la ruta de la civilización y el progreso para convertirse gradualmente en un gigante cementerio. En los últimos dos años, se calcula, han ido a parar a su fondo, más de cinco mil desesperadas personas que perseguían una protección.
Los organismos de papel que hoy existen, Onu, Oea, Parlamento europeo, etc., n o son más que las cuevas donde sólo se ventila y decide lo que para Estados Unidos y otras potencias, resulta ventajoso.
Hoy los gob iernos europeos  engañan al mundo al hacer creer que los anima la buena voluntad  de acoger a los iles de quienes arriesgando sus vidas, cruzan el mediterráneo, cuando lo que les corresponde es ponerle freno a la desesperada hegemonía capitalista, cuya enajenación les impide entender el dolor ajeno, con tal de satisfacer su dañino apetito de riqueza.
Estados Unidos quiere ser el amo absoluto del mundo y Europa, a través de la Otan , se lo facilita, así caigan por millares los cadáveres.

El " ignorante" Maduro tiene padeciendo a los "sabios" colombianos

En Colombia hizo carrera el tildar de loco, ignorante, analfabeta, estúpido, etc., a quien no nos simpatiza o sencillamente, tiene una visión diferente a la nuestra de ver  las cosas.
Aquí se ha creído de manera errónea, que la patente para cometer torpezas en el hablar y el actuar es exclusivo de quienes no poseen un título académico, cuando se sabe de manera amplia, que si no se tiene una esmerada formación intelectual, resulta dificill que un diploma, cualquiera él sea, vaya a reemplazar el buen razonamiento, la apropiada actuación.
Como ejemplo de esa clara equivocación, tenemos el actual estado de indebidas acciones que minuto a minuto se cometen en Colombia en el cumplimiento de sus gestiones por parte de quienes cuentan con un respaldo académico de varios títulos, entre ellos, las especializaciones.
El correcto razonar no lo garantiza una maestría, por ejemplo. Es producto  exclusivamente de esa amalgama de buenos conceptos sobre situaciones, adquiridas con  plena dedicación y la inteligencia innata, connatural, con que se hallan dotados algunos seres lo  que lo posibilita .
La reflexión que sobre las condiciones intelectuales de Maduro hace un columnista en Semana, en su clara intención de agredir al presidente de Venezuela por haberse desempeñado como chofer de bus  antes que haber procedido de una magistratura, por ejemplo, lo lleva de manera absurda a tildarlo de incapaz, e inclusive, de mañoso, astuto, para ridicuilizarlo, sin reconocer en él a alguien dotado con una especial capacidad para administrar una nación en la que el analfabetismo fue desterrado, la educación es gratuita, la asistencia social es superior a la que se ofrece en Colombia y tener la sapiencia para enfrentar la guerra sucia orquestada por los de la oposición, en su clara intención de restablecer el antiguo manejo económico de un país que le había entregado a los extranjeros el desventajoso manejo de sus recursos naturales.
Es eso ser estúpido, animal, ignorante? Entre tanto, los sabios de Colombia, esos que se hallan respaldados por ostentosos títulos adquiridos en el extranjero, sin que se conozca plenamente la puntuación de las calificaciones, pésimas, mediocres, pero lograron el doctorado y con eso es más que suficiente.