Hackers, demandas, amenazas, desplazamientos. Se repite la estrategia?

La  realización en Colombia del plebiscito para la paz convocado por el gobierno nacional  para el 2 de octubre, ha hecho aparecer nuevamente situaciones vividas en un reciente pasado, cuando en las elecciones presidenciales se empleó a hackers profesionales para afectar la campaña de Juan Manuel Santos, uno de los aspirantes a la primera magistratura de la nación.
Éste hecho le dio curso a demandas y contrademandas instauradas por las campañas que se sintieron directamente afectadas con tal ilícito y cuyo resultado judicial, final, aún no se conoce. El aspirante presidencial´por el Centro Democrático,  Oscar Iván Zuluaga quedó involucrado en el bochornoso hecho cuando se le mostró en una actitud comprometedora con uno de  los hackers, sin que hasta el momento la justicia haya tomado ninguna decisión a favor o en contra de su situación.
La polémica por los hackers se hace presente una vez más cuando nos encontramos a pocas horas del plebiscito  sobre la paz y se conoce el intento de afectar la base de datos elelctorales de la Registraduría Nacional del Estado Civil.
Sin que el director del organismo hubiera hecho pronunciamiento alguno en torno al incidente, una vez más se anuncia por parte del Centro Democrático  su decisión de instaurar demandas penales al sentirse víctimas de una situación que consideran, puede beneficiar a los promotores del SI.
No hubo precipitud en tal determinación? Qué se ha pretendido al apresurarse a mostrase como posiobles víctimas  de un proyectado fraude?
Entre tanto, desde  las filas quienes promocionan el Si, se ha dicho que los problemas ocurridos en las bases de la Registraduría tiene un sólo nombre, la oposicion.
Lo único cierto es que a escasas horas de llevarse a cabo el plebiscito que busca la ratificación de los acuerdos de la Habana con las Farc, se registran los hechos que aparecen como recurrentes en cada comicio electoral , hackers, demandas, amenazas , desplazamientos.
Cerca de doscientos líderes cívicos que promocionaban la paz en el país han caído víctimas de los violentos.
Acaso el propósito es el mismo de siempre, buscar la victoria por encima de  lo legal?

Por qué los expresidentes Uribe y Pastrana olvidan la disfrazada ley del 2005 sobre la paz?

El empleo de la fuerza es lo que ha primado en Colombia y de ello pueden dar fiel testimonio la mayoría de quienes han actuado como jueces o en general, en la rama jurisdiccional, en los momentos álgidos de la violencia, cuando debieron acceder a chantajes o a sobornos para atender peticiones por fuera de la ley.
Quienes más acudieron a ella y , aún lo hacen,  son aquellos  que a través de presiones, agresiones  físicas o verbales, encontraron el instrumento ideal para quedarse con extensas fajas de terreno arrebatadas a sus propietarios, tal como ha quedado demostrado por  investigaciones de las autoridades correspondientes.
Esto permite establecer que un alto numero de aquellos que, o bien , incrementaron sus propiedades con base al despojo o quienes obtuvieron tierras a precios de "promoción", son quienes de manera obstinada se oponen a la firma de la paz entre el gobierno y las Farc.
Sin embargo, el presidente Santos ya se los ha dicho de manera clara, a esas personas no se les quitará  un centímetro de tierra. El deber debería ser otro. Entonces, si esa es la posición del gobierno, por qué siguen empecinados en que no haya paz en Colombia?
Por qué se tiene que seguir hablando , como excusa, del otorgamiento de toda suerte de beneficios a los subversivos cuando se olvida de manera acomodada, de las  ventajas otorgadas en su momento a los paramilitares por parte del gobierno Uribe, con el pretexto de querer buscar la paz para la nación?
Al expresidente Uribe se le olvida así mismo, que  su ley de justicia y paz aprobada por el Congreso en el 2005, debió ser modificada por la Corte Constitucional a raíz de la serie de protestas que elevaron  organismos de derechos humanos dado que allí se consignaron los grandes beneficios que había dispuesto entregarle a los paramilitares?
Tampoco se entiende cómo el expresidente Pastrana, quien en esa oportunidad se enfrentó al expreesidente Uribe por su acomodada ley de justicia y paz, resulte ahora poniéndose de acuerdo con él para sabotear la firma de la paz que ellos no fueron capaces de lograr.
El país recuerda a los dos gobiernos, el de Pastrana, porque andaba ocupado en sus largos y variados viajes de placer, y al segundo, porque se disfrazó un intento de paz, cuando lo que se buscaba era favorecer a quienes habían esgrimido las armas para una supuesta destrucción de la subversion en Colombia.

El asesinato de Cecilia Corcué, señal de alarma para el proceso de paz?

El extraño asesinato de la líder indígena Cecilia Corcué en Corinto, Cauca, muestra, según los primeros resultados de las investigaciones, lo que es evidente, el abierto propósito de los guerreristas de impedir la entrada en vigencia de los acuerdos de la Habana.
Las investigaciones previas señalan que la lider, vinculada a la Marcha Patriótica, no contaba con ningún tipo de amenaza personal ,  de acuerdo a testimonios de amigos, parientes y familiares, quienes han mostrado su total extrañeza ante el repudiable crimen.
Esta circunstancia ha llevado a las autoridades a preguntarse si el homicidio tiene algo que ver con el hecho de que un terreno de 72 hectáreas , de propiedad de la victima , está programado por el gobierno para que los miembros de las Farc hagan allí su transición a la vida civil.
Táctica, estrategia de los enemigos de la paz para empezar a boicotear con base a la violencia pura, la firma de los acuerdos de las Farc y el gobierno?
Quienes insisten en que sean rechazados los acuerdos de la Habana, a qué le apuntan con su actitud? Acaso a eso, a que Colombia siga sumida en el demencial baño de sangre sostenido por sectores adictos a la violencia como forma de vida?
Las Farc han exigido del gobierno más atención a ese tipo de situaciones para evitar que se repita una acción como la emprendida contra la Unión Patriótica en su oportunidad, cuando la casi totalidad de sus miembros fueron asesinados, sin que el gobierno nacional lo hubiera impedido.
La firma de la paz no debe significar el llevar a unos desmivilizados a un matadero seguro. El presidente Santos, su gobierno, tienen la palabra. Los violentos no pueden seguir apoderados de la nación.

En Colombia, los ricos también deben llorar, así Vargas Lleras quiera lo contrario

Esto es algo que muy pocos discuten: La política es una actividad que se mueve sobre intereses personales o de sectores, aun cuando bajo la premisa del neliberalismo el mayor énfasis se le aplica al primer carácter,  lo individual.
Pero ese tipo de sistema puesto en vigencia en Occidente como lo válido para la construcción de nuestra sociedad, se halla lleno de toda suerte de defectos que finalmente contribuyen al surgimiento, a la existencia de una estratificación en las que los intereses del ser humano son objeto de toda manipulación por quienes validos de su astucia, de su truculencia, acceden a las posiciones de privilegio en el manejo del estado.
A lo largo de la historia, los pueblos se vieron en la necesidad de conformar sus propios ejércitos para la defensa del territorio, para lo cual se acudía a voluntarios aun cuando con el correr del tiempo, algunos países lo establecieron como obligatorio el concurrir a las armas del estado y hoy, cuando el sistema neoliberal se halla afianzado, esas fuerzas han entrado a cumplir un rol distinto, cual es la de defender los intereses de quienes conforman los estratos de privilegio.
Todos lo sabemos, la gente humilde, la gente que muy poco o nada tiene  es la que conforma unos cuerpos que, guiados por representantes de las castas dominantes, las manejan al antojo, a la necesidad de aquellos que han acumulado sus fortunas , existen las excepciones, de manera fraudulenta, saqueando los recursos del estado.
Los mandatarios, impuestos por esas fortunas, más las legalmente conseguidas, entran a desempeñar el papel del que obedece, del que cumple el mismo rol de quienes integran las tropas, velar por los intereses de aquellos que se hallan en la mayor escala de la sociedad.,
Los desafueros, los desmanes que puedan cometer los del alto estrato, finalmente pasan a ser aceptados por el jefe de un gobierno o de la justicia, como no graves, como tolerables. Y a ese punto ha llegado el precandidato a la presidencia de Colombia Germán Vargas, cuando ha  diccho de manera pública no hallarse de acuerdo con que quienes financiaron la violencia, las grandes masacres en el país durante la administración Uribe, no vayan a la cárcel. Ello no es extraño pues el condicionamiento  al que se someten los aspirantes a la presidencia en procura de proteger a los del alto capital, así lo establece, sin que importe el daño ocasionado con su concurso.
Ante tal actitud es necesario decir que los ricos también deben llorar, tal como lo hicieron  quienes sintieron el rigor de la violencia que ellos financiaron.