Donald Trump, distanciado en el pensamiento de quienes un dìa fundaron a EE.UU.

La actitud beligerante de Donald Trump, representa la esencia del norteamericano que hoy cuenta con un determinado  poder, bien en lo polìtico , lo econòmico, màs no a quienes  levantaron, en sus comienzos, a una naciòn constituida por gente  impulsada en el sano deseo de prosperar con base a su tesòn  en el dario laborar.
El hombre millonario de hoy creciò en la creencia de formar parte de una naciòn llamada a ejercer su voluntad en el planeta despuès de su decisiva intervenciòn en las dos primeras guerras mundiales que concluyeron con el sometimiento de quienes, como Hitler, Musolini y otros, pretendieron establecer un domnio  en la tierra acorde a sus perspectivas personales..
Es lo que hoy se advierte en Donald Trump cuando no escatima esfuerzo alguno para demostrar que el ser  presidente de Estados Unidos, lo faculta para disponer casi que de manera autònoma de actuaciones personales alejadas, casi siempre, de las normas jurìdicadas trazadas por la constituciòn norteamericana para el ejercicio del primer cargo pùblico de la Naciòn.
Para Trump resulta fàcil desconocer cualquier norma, por severa que èsta sea, con tal de llevar adelante lo que muchos consideran no son màs que caprichos personales- algunos dicen desajustes mentales- alejados de la sana razòn pero que para èl son fundamentales para el crecimiento de la Naciòn.
Èl representa a esa clase capitalista y polìtica que hoy ha llevado la zozobra al mundo con tal de tener expedito el camino para una mejor acumulaciòn de riqueza..