lunes, 26 de mayo de 2014

El 60% de abstencionistas no castigó a los políticos, castigó al país. Sea valiente, dígale no a la guerra

La fuerte abstención que se volvió a registrar en las elecciones para la primera vuelta presidencial en Colombia  muestra una vez más el alto grado de inconformismo del pueblo hacia una clase política que se ha preocupado,  a través de los años, por lograr su bienestar personal, dejando en un segundo plano las necesidades de los estratos bajos e intermedios de la sociedad.
Un 60% de abstención se podría calificar como un castigo para los políticos,pero no,   una baja votación no los ruboriza, además de no afectarlos en nada en sus intereses porque de todas maneras, ellos  siguen manejando las principales posiciones del estado e interviniendo de manera abierta en las altas contrataciones que se efectúan con dinero de los contribuyentes.
Es necesario que quienes no concurren a las urnas reflexionen y adviertan que el único que realmente pierde con  tal actitud, es el país, nadie más, porque, ante tal apatía, ante tal negligencia y sentido de abandono a lo que nos debiera importar, los políticos simplemente seguirán haciendo de las suyas al ver que nadie les reclama.
Se puede inferir que quienes dejan de asistir a las urnas es porque quieren un cambio en la manera como es administrada la nación, pero para eso es indispensable entregarle la confianza, el voto , a una persona en particular para que cumpla con ello puesto que así lo establece la constitución colombiana. Los abstencionistas no gobiernan, los gobiernan. Una opción difderente pudo haber sido Clara López, no encon tró el adecuado apoyo, entonces?
Porqué no nos preguntamos, qué ganamos con decir, yo no voto porque esos tipos son unos tal por cual ; si ellos juegan a su antojo con los presupuestos regionales y de la nación; con nuestra actitud sencillamente se los permitimos. Decirles no más, no es dejando de votar. Ahora, cuando ya todos esos señores fueron llevados al Congresos con los votos de unos pocos nos corresponde respaldar la paz  ,especialmente porque Santos ha estado luchando por conseguirla , en  contra de quienes pregonan la guerra como única alternativa.
Dejemos pues, que la razón nos asista para que en la segunda vuelta presidencial no terminemos permitiendo que hombres acostumbrados a la violencia, porque ese ha sido su negocio, lleguen a regir nuevamente los destinos de Colombia.

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