A los descendientes de quienes ordenaron el asesinato de Gaitán, les gustaría esconder éste lado oscuro de la historia

Al conmemorarse el aniversario sesenta y ocho de la trágica muerte de Jorge Eliécer Gaitán, ocurrida el 9 de abril de 1948, el país sigue inmerso en aquella profunda desigualdad social  que llevó al líder político a emprender importantes batallas, cuyo único fin era brindarle al campesino, al trabajador, mayores reivindicaciones a través del estado.
Gaitán nunca pensó, como lo registran algunos textos de historia,, en intentar establecer un cambio de modelo político-administrativo para una nación que, igual que ahora, se debatía en fuertes confrontaciones partidistas  y cuyo resultado final era la afectación que sufrían los estratos bajos de la sociedad..
Tanto a un sector del liberalismo como al conservatismo unido, no les convenía la proyección que día a día iba alcanzando el caudillo entre las masas populares, ante lo cual se inició una campaña de desprestigio para enlodar su gigante figura, al punto que se le llegó a tildar de comunista , cuando su concepción política estaba alejada de tal posibilidad.
Él luchó por un país más cercano a lo democrático, en donde el campesino, el trabajador, encontraran mayores oportunidades para alcanzar una digna existencia y por ello, siempre clamó por una más justa distribución de tierra, dado que en ese momento, , como siempre, ésta  se hallaba  en manos de terratenientes, quienes acudían al despojo para aumentar su propiedad.
Siempre se ha hablado de la presencia de fuerzas extranjeras en el vil asesinato, especialmente por los continuos pronunciamientos del dirigente contra la presencia norteamericana en territorio colombiano y por su fuerte inclinación a lo social, pero las " investigaciones" han quedado en lo que siempre se llama, simples especulaciones. Todo ha quedado allí, mientras el pueblo continúa soportando el rigor  de una burocracia inútil que consume las arcas del estado y el capitalismo salvaje se apodera de cada centímetro de Colombia.
Seguramente los descendientes de quienes tuvieron , directa o indirectamente, alguna participación  en el crimen que sigue llenando de sangre a Colombia, mirarán ésta fecha como algo de poca importancia en su afán de esconder ese lado oscuro de la historia nacional.