miércoles, 12 de octubre de 2016

La sangre infectada por el coloniaje mantiene en zozobra a una región que clama justicia, equidad


Con el paso del tiempo y a medida que historiadores y estudiosos penetran en la vida oscura de la colonia en hispanoamérica y esos conocimientos les son transmitidos a las nuevas generaciones, se produce con mayor ahínco el rechazo de lo que en Europa se denominó descubrimiento de América.
Son distintas las consideraciones de historiadores y ello obedece , como es natural, al punto de vista político, social y cultural en el que se le enmarque para su estudio
Los conquistadores trajeron un idioma, sepultaron el de los nativos, establecieron una religión, arrasaron con sus creencias, con sus dioses, su desarrollo social fue  vulnerado para establecer a la fuerza otras costumbres.
Y se inició el saqueo, cruel, lleno de toda suerte de atropellos,  no importaba, los hombres de lanzas, armaduras y caballos tenían licencia para todo, la corona estaba urgida del oro que hallaron en abundancia en cada rincón de América..
Los depósitos del preciado metal en los poblados indígenas, protegidos por aguerridos caciques  eran trasladados a los galeotes para ponerlos a disposición de los reyes quienes permanecían inmersos en una vida de lujos y grandes bacanales , mientras en el denominado nuevo mundo, la sangre de inocentes empezó a correr a nombre de una civilización que nuestros antepasados no pidieron. Nuestras mujeres fueron pisoteadas, humilladas en su dignidad, con lo cual se le dio apertura al surgimiento de un mestizaje de la raza que infectó la noble sangre del nativo y que cargó con todos los vicios traídos a una tierra que contaba con su propia cultura, con sus regla de vida. entre los que aquí habitaban.
El salvajismo de su accionar lo mantuvieron  los invasores hasta cuando las nuevas generaciones tomaron conciencia de su situación y con determinación, procedieron a expulsarlos de estas tierras. Sin embargo, hoy asistimos a la continuación que se dio en ese histórico momento cuando quienes recibieron esa sangre contaminada hoy pretenden seguir haciéndole daño a un territorio que clama a grito la paz.

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