LAS REPLETAS TULAS Y LOS INSULTOS, HARÁN LA TAREA "DEMOCRÁTICA" EN LAS ELECCIONES

La campaña electoral próxima a cumplirse en Colombia, se advierte desde ya, tendrá los mismos ingredientes de las anteriores, el abundante dinero proveniente del narcotráfico,  de las arcas públicas, complementadas con los insultos personales, sin que importen mucho las propuestas de gobierno.
Se hizo costuimbre, cada campaña congrega en la plaza pública a un buen número de personas para hacerlas partícipes de los insultos al oponente que sacan a relucir como todo planteamiento electoral.
Contra Uribe, por ejemplo, se exponen los argumentos de siempre, narcotraficante, paramilitar, propiciador de grandes masacres, señalamientos que crispan los nervios , pero que finalmente se esfuman en el tiempo, pues el agredido sigue ahí, soportando insultos, sin que pese a ello, se le abra investigación alguna y menos que se le juzque.
Los comités de campaña hacen el resto, conseguir el mayor número de votantes posible entre  personas que acuden a las urnas cual manso e indiferente rebaño que ha recibido el muy conocido estímulo económico.
El otro complemento de campaña lo constituye , también desde ya, la desmovilización de las Farc y los acuerdos con el gobierno para la paz, proceso que representará , en la plaza,  un gran contenido de cada intervencioón y con la cual, como en anteriores épocas, se espera obtener el mayor rédito posible.
Los partidos políticos están destrozados por la corrupción, pero los desacuerdos con la justicia especial para la paz, es posible que les garantice el triunfo que le permita, a cada candidato, volver a ocupar una curul en el congreso con un fabuloso sueldo, mientras el pueblo padece los indecibles sufrimientos.