Aquellos cuya cuna también fue la pobreza, peores enemigos de los pueblos

La tecnología en las comunicaciones ha hecho posible que las personas se hallen mejor informadas y que los mensajes les lleguen con más claridad.
Ésta feliz circunstancia podría hacer pensar que la mentalidad política sufriera el mismo cambio en el hombre americano, inclusive en los del norte, en éste caso, Estados Unidos, pero al apreciar la rígida actitud de aquellos que se siguen dejando arrastrar por la truculencia verbal  de los representantes de la política tradicional que tanto mal le causa a los pueblos, nos hace pensar que aún falta un largo camino por recorrer.
Tal parece que habrá necesidad de esperar el actuar de las nuevas generaciones que puedan recibir el cambio  renovador del pensamiento político que nos permita acercarnos en mayor grado a nuestra realidad circundante, a esa realidad ante la cual son muchos los que agachan la cabeza o simplemente desvían su indiferente mirada, justificando su actitud sólo con el propósito de seguir dándole cuerpo a las  doctrinas de sometimiento de sectores movidos por la mezquindad social.
Esto ha quedado patentizado una vez más en el Congreso de Colombia, en donde representantes de los arraigados sectores que han maltratado a la nación, unieron sus fuerzas para negar la posibilidad a los sectores marginados de siempre a que puedan llevar sus voces de reivindicación a ese recinto del que solamente salen acuerdos que atropellan la dignidad, la esperanza de los desheredados .
Es la mecánica que siempre han aplicado, manipulación, manipulación, para seguir  reinando sobre la  miseria, sobre el dolor de los que poco o nada tienen.
A esa realidad se le opone la avergonzante actitud de aquellos cuya cuna también fue la pobreza.