domingo, 12 de agosto de 2018

QUE LA DISMINUCIÒN DE IMPUESTOS AL EMPRESARIADO COLOMBIANO NO RESULTE UN BENEFICIO MÀS PARA EL SECTOR



Cada nuevo presidente trae sus expectativas y Duque, en Colombia, no es la excepciòn, cuando uno de los  objetivos  es hacerle frente  a la desocupaciòn que por siempre  ha afectado a un buen porcentaje de la poblaciòn laboralmente activa y, una de las formas que se plantea, es la reducciòn de impuestos a las grandes empresas,  al creerse que con menores cargas tributarias tendràn la capacidad de aumentar la producciòn y con ello, la vinculaciòn de mayor mano de obra.
Y es asi, o mejor, deberia ser asi, pues es una de las fòrmulas que aplican los gobiernos para facilitar el crecimiento empresarial generador de riqueza y desarrollo, pero en Colombia, el asunto es a otro precio.
Aqui se piensa y actùa con base al conocido ventajismo, o lo que es lo mismo, la viveza, la astucia del "màs inteligente".
Ya quedò demostrado en el gob ierno de Alvaro Uribe, en donde el presidente aplicò, como loable propòsito, la anulaciòn   del pago de horas extras, domincales y festivos  que le permitian al asalariado aumentar sus ingresos para una mejor atenciòn de las necesidades en el hogar..
Con el correr del tiempo se advirtiò  que con tal determinaciòn  solamente se consiguiò liberar al empresariado colombiano de ese tipo de carga econòmica.
Se dijo y se hizo, en la tierra de la inequidad social, los millonarios se hicieron màs millonarios y los pobres màs pobres, pues los empresarios no se esmeraron en cumplirle al gobierno con la creaciòn o apertura de nuevas plazas de empleo.
Es de esperarse que el buen propòsito del gobierno Duque no tenga el mismo y triste resultado,  porque el angustiado pueblo no resiste màs. A los estudiosos economistas del nuevo gobierno se les debiera ocuerrir otra fòrmula que no afecte, como ocurre, al de menor poder adquisitivo.

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