sábado, 4 de mayo de 2013

LA DOBLE VIOLENCIA QUE SOPORTA UN PERIODISTA EN COLOMBIA

Lo ocurrido con el periodista de la revista Semana, Ricardo Calderón, quien fue víctima de un intento de asesinato cuando se hallaba en el cumplimiento de sus labores informativas, muestra una vez más el grado de vulnerabilidad en el que siempre se ha desenvuelto el comunicador en un país en donde la violencia en todos los sentidos, es el denominador común.
Calderón reaccionó a tiempo para ponerse a salvo, pero el hecho se produjo, hubo la intimidación. Intimidación con qué propósito, como clara advertencia  de que desista de las investigaciones por él adelantadas y las que han dejado al descub ierto el tipo de beneficios otorgados a militares que cumplen condenas en lo que ha sido llamado " Tolemaida Resort".
Esa es la presión que ejercen los violentos en su intención de maniatar la verdad. La otra presión es la que se cumple contra el periodista al servicio de los grandes medios cuando el o sus propietarios establecen talanqueras para frenar una determinada publicacióbn contraria a sus intereses. Ahí, el derecho a la información se pierde, se trunca y el periodista queda sometido, sometido por un salario.
El otro viacrucis lo vive en su plenitud aquel periodista de la provincia cuando debe gestikonar publicidad ante organismos públicos, porque de ahí depende el ingreso para la atención a sus necesidades. A qué se somnete ese periodista, a tener que autolimitarse en sus concerptos en torno a irregularidades, si las hay, dentro de la entidad que le ha otorgado la publicidad, so pena de quedar con las manos vacías.
Concluimos, se puede hablar realmente de libertad de prdensa? El periodista seguirá siendo un señador quien deberá conformarse con pensar en que la plena objetivad en Colombia, no es más que una quimera.

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