Al iniciar la presente nota, lo primero que debo señalar, es que a los homosexuales no se les desconocen sus derechos como seres humanos, pues tienen las mismas posibilidades que se consagran en la constitución para los heterosexuales.
Aquí de lo que se trata, es de manifestar con claridad, tal como lo han indicado autrorizadas voces nacionales en Colombia, que no existe razón de ser para que las parejas del mismo sexo reclamen en ley, la validez de su unión como parejas.
Estas personas son lib res de establecer una unión libre o hacerla reconocer ante notaria, eso es potestativo de su condición, pero lo que argumentan quienes en el congreso se oponen al reconocimiento del matrimonio es que esa posibilidad es dable solamente para un hombre y una mujer, pero al parecer, esto n o está suficientemente claro para los homosexuales, quienes no se cansan de alegar una discriminación en su contra.
Si ellos alegan discrminación en tal sentido, cómo se les podría calificar al negarse a entender que no están en capacidad de procrear por su misma constitución antropológica y fisiológica y pese a ello reclaman el reconocimiento a un matrimonio.
La humanidad no se puede enfrentar a un futuro sin generaciones, puesto que si no hay procreación, qué generaciones puede haber.
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