El Procurador Ordóñez, nuevo vocero de los militares en retiro

El Procurador general en Colombia, Alejandro Ordóñez, vuelve y juega. Desde su despacho se produce un nuevo comunicado relacionado con el proceso de la paz que se adelanta en la Habana para reiteerar sus críticas al hecho de que el general Mora haya sido dispuesto para visitar, en el país, las guarniciones militares a fin de adelantar pedagog´dia entre las tropas sobre los diálogos con la subversión.
Pese a que el presidente Juan Manuel Santos ha dicho una y otra vez, de manera clara, que en la Habana no se está negociando nada que tenga que ver con las actuales condiciones de las fuerzas armadas, el Procurdador, ahora " vocero" de los militares en retiro,  sostiene que el general Mora debe estar en la Habana y no en Colombia haciendo giras por las bases.
El alto funcionario aprovecha las protestas de los militares en retiro para  , queriendo pasar inadvertido, hacer política con miras a su próxima postulación a la presidencia de la  nación a nombre del conservatismo y el Centro Democrático a fin de obtener el respaldo electoral de ese sector.
Esa es su verdadera razón, además de estar permitiendo con su beligerante actitud, reforzar la voz de su jefe  contra el proceso de la Habana, dispuesto para acabar con la violencia que por más de cincuenta años han soportado los colomb ianos, especialmente, los de las zonas rurales.
El presidente lo ha dicho, repito, una y otrz vez, las actuales condiciones de los militares no variará. Los militares en retiro, de manera especial los generales, seguirán gozando de su vida muelle, recibiendo  altos ingresos para la atención de sus necesidades.
Lo único claro es que si continúa la guerra, varios serán los personajes que seguirán  obteniendo grandes utilidades de las comisiones que por compra de equipos conceden las casas fabricantes. Además, con ello, se hallan los negocios menores pero que dejan mucho dinero, fabricación de uniformes, charreteras y otros.
Entonces, el Procurador Ordóñez debe ser claro y limitarse a cumplir con funciones atinentes a su despacho y dejar de ser un vocero más de los inquietos militares en retiro.