La guerra mediática puesta en marcha por medios de comunicación tanto de Estados Unidos como de Latinoamérica contra Venezuela y su proceso electoral del seis de diciembre, marca con claridad la absoluta pérdida de la responsabilidad informativa con la que ahora se pretende direccionar el querer capitalista.
Los representantes de los intereses económicos de las grandes transnacionales en Venezuela, han recibido , además del amplio respaldo informativo, un diciente apoyo financiero para atender los aspectos básicos de una campaña de la oposición encaminada a buscar la desestabilización de un gobierno que ha podido vencer la pobreza, el analfabetismo, además de permitirles mejores condiciones de vida al pueblo en general, especialmente a los de menores recursos.
Uno de los aspectos básicos de la campaña mediática, ha sido centrada en las férreas críticas al sistema electoral venezolano , pese a haberse comprobado su alta eficacia a través de las numerosas elecciones realizadas a partir del ingreso al poder de Hugo Chávez.
Contra el gobierno socialista se han impulsado, así mismo, toda una serie de ataques que han ido desde guerras económicas, hasta la instigación a las revueltas populares con el abierto concurso de colombianos que han dispuesto el empleo del paramilitarismo para tal fin.
Cómo si lo anterior fuera poco, Llian Tintori, esposa de Leopoldo López, quien paga condena al ser acusado de diversos delitos, dijo de manera pública que si ellos pierden las elecciones es porque el gobierno se las ha robado, sin que reconozca, en cambio, la posible presencia de un bajo caudal electoral en sus filas.
En la absurda campaña mediática se han sumado algunos usuarios de las redes sociales, quienes dan la sesnsación de actuar por un extraño impulso y no por la razón, cuando también pretenden desconocer los ´significativos logros sociales del gobierno Bolivariano.
Por qué la gran masa se deja arrastrar por una campaña cuyo único fin es obtener réditos particulares?
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