COLOMBIA ATRAPADA EN LA CORRUPCIÓN.CON EL TIEMPO, A DISFRUTAR DE LAS GRANDES FORTUNAS

El nuevo escándalo financiero descubierto en Reficar por la contraloría general de la república muestra cómo son manejados los organismos del estado en un país como Colombia, abrumado por la corrujpción.
Los más de cuatrocientos cincuenta millones de dólares hallados en sobrecostos durante la revision contable practicada por el organismo de control, señala con claridad el tipo de comportamiento  de algunas de las personas a las que se les confía la tarea de velar por los intereses de una detrerminada entidad.
Según lo establecido por la contraloría general, los sobrecostos en la mayoría de contratos para la construcción de la refinería de Cartagena, se empezaron a registrar a partir del 2011 y los cuales fueron en constante aumento por determinación de la junta directiva de Ecopetrrol, lo que ha dado píe para que el Procurador Edgardo Maya, haya determinado llamar a juicio de responsabilidad judicial a los expresidentes de Ecopetrol, Javier Gutiérrez y Juan Carlos Echeverry así como al actual Ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas.  También deberán responder exmiembros de la junta directiva de Reficar y Ecopetrol respectivamente.
De manera simultánea se ha venido ventilando la situación surgida en el país ante el otorgamiento de coimas por parte de la firma brasilera Odebrech, especialmente para la financiación de dos campañas presidenciales.
Ésto ha servido para mandar al olvido a las serias irregularidaes administrativas halladas en financieras como Interbolsa y otras, así como a diversas entidades en el ramo de la salud,  sin que se esté haciendo énfasis en el resultado de las correspondientes investigaciones, mientras muchos de los implicados en cada situación, han venido quedando en libertad por determinación de la propia justicia. En las cárceles de Colombia permanecen arrestadas personas por delitos no comprobados y por asuntos de poca monta.
Los escándalos en Colombia sirven para los grandes titulares de prensa, en la seguridad de que nuevos y bochornosos hechos los harán caer en el olvido.