miércoles, 15 de marzo de 2017

La democracia en Colombia sigue sometida por las armas



Qué diferencia hay entre lo de ayer y lo de hoy, cuando en Colombia la Democracia sigue sometida por las armas?
El programado asesinato de un líder popular aquel 9 de abril de 1948, le dió comienzo a la más grande confrontación civil registrada en el país después de la guerra de los mil días entre liberales y conservadores.
A partir de la muerte de Gaitán, Colombia no ha encontrado la paz  porque los grupos armados que surgieron desde  ese aciago momento , pese a mantener por un largo período confrontaciones sectroriales que no implicaban las zonas urbanas, motivaron grandes desplazamientos para darle comienzo a los denominados cinturores tuguriales a lo largo de la nación, conformados por personas que al perder su modo de vida, se convirtieron en zonas en las que la extrema pobreza le dió paso a toda suerte de excesos, afectando especialmente a las nuevas generaciones que de allí surgían.
El correr del tiempo no ha obstado para lograr un positivo cambio dado que nuevos factores, como el narcotráfico llegaron para posibilitar el surgimiento de bandas armadas que se disputan el mercado de consumo.
En medio de la deprimente realidad, tanto actores armados como los políticos, sostienen una lucha por mantener el poder en un país en donde hablar de Democracia  genera votos y con ellos, la fácil ostentación de fuerza  acentuada con el empleo de la violencia.
Cuando el presidentre Santos ha pretendido acabar con la atormentante  turbulencia, el camino no le ha sido expedito al tener que enfrentarse a los grandes obstáculos aplicados a su gobierno, tanto en lo jurídico como en lo de seguridad por grupos propensos a la ap´licación de la fuerza para gobernar.
Esa violencia generada a partir del 48 les parece la propicia para tener libre accceso a los recursos del estado, antre lo cual se valen de rebuscados argumentos jurídicos para impedir que uno de los más notables grupos alzados en armas, se pueda vincular de manera definitiva al proceso de paz.
Para reforzar su predisposición, se echa mano a la actuación de grupos marginales que emplean las armas para silenciar voces que claman por lo social. Hasta el momento, un alto número de líderees agrarios y sindicales han perdido la vida mientras se sigue hablando de democracia.

1 comentario:

  1. Esa es la realidad de Colomnbia, un país en donde la democracia sigue sometida por las armas . El gobierno parece incapaz de posibilitar la oportuna y efectiva proteccion a los líderes sociales.

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