miércoles, 13 de agosto de 2014

El estado colombiano, único culpable de la crisis en las fronteras

La delicada situación por la que atraviesan hoy las fronteras de Colombia con la República de Venezuela es  de única responsabilidad del estado, debido a la absoluta desatención de la que han carecido a través de los años.
En ninguna de las regiones que colindan con la vecina nación, especialmente las de mayor concentración de habitantes, se observa  un importante crecimiento en su infraestructura y en lo económico ante la carencia de adecuadas inversiones privadas y del gobierno para llevarlas a obtener su propio medio de vida.
Es posible que el estancamiento que hoy se registra en cada lugar, tenga como consecuencia el que la responsabilidad  para que sus habitantes adquieran la mayor parte de los productos básicos, e inclusive, su medio labnral, se le haya otorgado, por una costumbre, a Venezuela.
La casi total dependencia, en varios  niveles, de la vecina república nos ha enfrentado a lo que hoy se registra, protesta de la ciudadanía por el cierre de frontera dispuesto por ambos gobiernos para hacerle frente al problema del contrabando.
El gobierno de Venezuela cumple con el propósito de aplicar toda suerte de medidas  para hacerle frente a la guerra económica desatada por la oposición al actual mandatario, sin tener en cuenta el perjuicio que se le pueda ocasionar a los habitantes del otro lado, como ahora ocurre, y una de ellas es el cierre de frontera, que tanto malestar ha motivado.
Porqué el gobierno colombiano, los gobernadores, los alcaldes, en cada lugar, no pusieron en marcha programas administrativos encaminados a suplir la carencia de agua, de fuentes de em pleo propios, etc? Porqué hubo tanta pasividad en ese sentido? Porqué el actual presidente, los gobernadores y los alcaldes no le hacen entender a los protestantes que el país es el único culpable de su crisis?
Si el gobierno de Venezuela cierra la frontera por cualquier motivo, enseguida se desata una crisis en la parte de Colombia  porque hasta el agua nos viene de allá, el trabajo lo tenemos allá, los alimentos nos vienen de allá.
Es tiempo de enderezar el rumbo, así sea luchando contra una tradición, y proceder a  establecer mecanismos que le brinden a las fronteras nacionales  los medios para su subsistencia directa y no que sea el vecino quien los atienda.

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