En un país como Colombia sometido a la debacle impuesta por la violencia, resulta fácil la comisión de cualquier acto terrorista por grupos al margen de la ley, para endilgárselo a la subversión, simplemente por tratarse del enemigo común del estado.
Los ciudadanos ubicados a la distancia de lo que ocurre , pero atento al actuar del gobierno, ve con preocupación como altos oficiales de las fuerzas armadas sostienen ante los medios de comunicación, después de ocurrido un hecho, que la inteligencia del ejército ya tenía la debida información. Entonces, por qué se permite su ocurrencia?
Sin ser afectos a la subversión, veríamos con mejor actitud que antes de hacer señalamientos, se adelantara la correspondiente investigación y entonces sí, mencionar al responsable porque lo único que se ha conseguido es que los actos violentos se cumplan por parte de cualquier actor armado sin temor alguno, al saber que las miradas del gobierno siempre estarán dirigidas hacia las Farc o el ELN.
Entre tanto, Colombia seguirá sometida al accionar de los violentos que buscan, a su manera, sentar su hegemonía en su respectivo territorio.
Cuando se verifique que son las Farc o el ELN, que se diga y que la opinión las condene, inclusive, la justicia, pero si es otro grupo, que se identifique ante la nación y no que a la delincuencia en general se le pretenda esconder, proteger, con una etiqueta de subversivos, sólo con el propósito de obtener, supuestamente, un efecto.
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