Hasta ahora muy pocos lo han podido entender. Qué llevó al general Rubén Darío Alzate Mora a ponerse al alcance de las Farc?.
Lo único cierto es que logró un primer efecto, que el presidente Juan Manuel Santos suspendiera los diáolgos de paz de la Habana. Acaso era eso lo que buscaba el general, porque nadie entiende cómo es que el alto oficial decide, por su propia cuenta y riesgo, viajar a una zona roja, vestido de civil y sin su esquema de seguridad.
Para nadie es un secreto que fuerzas escondidas en Colomb ia han intentado por todos los medios acabar con un proceso en el que básicamente se pretende que haya la debida justicia y reparación para quienes han llevado la peor parte en un conflicto que ha llenado de sangre a la nación.
Sus acérrimos opositores se han valido de toda clase de argumentos jurídicos, además de sucias tretas, en su intento por entorpecer una iniciativa que bien debiera merecer mejor suerte.
Y son precisamente los gestores de tales maniobras quienes han debido celebrar a rabiar la injustificada actitud del general Alzate.
Es bueno que la ciudadania conozca el escondido propósito del alto oficial con su actitud, pues a nadie le cabe en la cabeza cómo es que de buenas a primeras, solicite una embarcación y en compañía de una abogada, un suboficial y un soldado, le da comienzo a tan extraña aventura.
Si el oficial trabaja con el gobierno, debiera estar sintonizado con el presidente Santos y si por el contrario, obedece al querer de los opositores del proceso, ya logró su primer propósito.
Algunos ya la han calificado de complot al proceso de paz. Sin embargo, habrá que esperar las investigaciones que en tal sentido se lleven a cabo.
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