miércoles, 2 de octubre de 2013

La niñez en el mundo, en continua amenaza de los sacerdotes célibes?

Se trata de una pregunta dificl de responder, pero debemos reconocer que existe una alta preocupación por las innumerables situaciones que permanentemente se vienen conociendo en el mundo y en las que se hallan inmersos sacerdotes célibes.
Con la presencia  de las comunicaciones masivas del momento, ahora es más fácil  tener noticia de la conducta sexual de un prelado de la iglesia católica occidental, quien para atender sus afugias sexuales acude a un menor de edad al cual somete por  la fácil ascendencia que puede ejercer sobre él.
Se trata de un debate que se ha dado a través del tiempo y el cual ha generado interesantes puntos de vista, pero existe una realidad, mientras uno de los fundamentos de la Iglesia Católica es que el sacerdocio es para servirle a Dios y que para ello es preferible un clérigo célibe , se cuenta por muchos aquellos quienes terminan vencidos por lo sexual.
La Iglesia siempre ha considerado que su gran fortaleza está en la condición de célibe de sus prelados pero a su vez no se acepta el hecho que está afrectando su credibilidad ante la feligresía por el comportamiento sexual de algunos de sus sacerdotes quienes practican el sexo preferiblemente con menores ante lo imperativo de su condicion humana.
Un sacerdote casado, como ocurre en otras tendencias religiosas  no va a incidir en la religiosidad de las personas puesto que ello es motivado por el misterio de la existrencia que le impone al ser humano lo espiritual,  que lo lleva a la tácita aceptación de la presencia de un ser superior dador de vida y responsable de la naturaleza que nos rodea y del universo que ahora se puede apreciar de manera parcial dados los avances tecnológicos de las comunicaciones.
No podemos seguir,  ante tal tesis, enfrentados a un hecho real como es  que debajo de cada sotana existe una virilidad o debajo de un hábito, se encuentrra una vagina que posiblemente, de momento en momento, reclama sexo.
El mundo evoluciona, la Iglesia tamb ién lo debe hacer. Hace rato salimos de la cavernaria edad media.


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