Los territorios que integran a latinoamérica y que debieron afrontar por varios siglos la dura hegemonía practicada por la corona española después del sometimimiento con lanzas y caballos de sus originales, los indígenas, pasaron al domin io de facto de Estados Unidos.
Esto no es un secreto, aquí lo significativo son los procedimientos empleados por unos y otros para alcanzar su fin. Mientras los españoles se abrieron paso a lanza y caballo por nuestros vírgenes territorios hasta someter a los naturales y contra los que se practicó el saqueo indiscriminado de sus valores en oro, sin mencionar los altropellos a suys mujeres, los americanos, al reemplazarlos, se valieron de los medios masivos de comunicacion para afianzar su filosofía y así ejercer un dominio representado en el valor de su moneda y de su poderío bélico.
Detrras´ de los caballos y las lanzas que todo lo dominaba, seguían casi al lado de los guerreros, otros españoles portando una cruz, una biblia, más la palabra como arma para inculcar en sus mentes otro tipo de miedo, el temor al misterio de la vida, sus padecimientos, hasta converetirlos a su credo religioso y así, todo fue más fácil en adelante.
Cuando España perdió la hegemonía colonial, se produjo su reemplazo por Estados Unidos, quienes sin caballos ni lanzas, iniciaron su domninio al expandir la filosofía del temor no al misterio de la vida, sino al comunismo y para lo cual sí se valieron además de los medios de comunicación masiva,del púlpito de los curas, a los que tomaron como sus obsecuentes aliados, lo cual aún se mantiene.
Al comunismo no se le tomó como la filosofía de lo social, de lo colectivo, sino como el más grande y peligroso enemigo del hombre occidental. Nuestros pueblos siguen en esa disyuntiva del pensamiento.
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