Una persona que hace del rencor su filosofía de vida, su acciones, de acuerdo a psicólogos, , generalmente estarán marcadas por la reacción normal de ese tipo de actitudes, la violencia.
Tal parece que eso es lo que ha ocurrido con el expresidente Alvaro Uribe quien debió soportar el asesinato de su padre en la hacienda de su propiedad, en circunstancias atribuidas a la subversión.
A partir de ese triste hecho, se dejó invadir por el odio normal de cualqujier hijo que pierde a su padre en tal circunstancia y pese al tiempo, 1983, en su cerebro, al pareecer, no se procesa sentimiento diferente al de buscar la venganza de cualquier manera.
Y la presidencia fue su mejor soporte, desde donde se valió de todos los medios a su disposición para emprender, con las fuerzas armadas a la orden, una encarnizada persecución a los miembros de las Farc, con el válido argumento de pretender la paz para Colombia.
Su campaña elctoral estuvo basada en esa pretensión y de verdad que hubo resultados. Numerosos miembros de la gerrilla fueron capturados o dados de baja, mientras en las filas del ejército también se registraban muertos como consecuencia de un conflicto que fue creciendo en intensidad.
Una de las consecuencias del plan de muerte a la subversión , fue el robustecimiento del paramilitarismo que adelantó masacres en la población campesina, convirtiendo a Colombia en uno de los paises con el mayor índice de desplazados por la violencia.
Entonces, los ocho años de gobierno de Uribe no les fueron suficientes para aplacar su sed de venganza por lo que ahora reclama de Santos una actitud más definida contra la guerrilla. El odio, el acendrado rencor de una peresona, justifican que Colombia deba seguir en su actual baño de sangre? Deben los colombianos respaldar nuevamente esa actitud?.
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