Porqué Obama no le pregunta a su pueblo si quiere más guerra?

El presidente Barack Obama, quien recibió el premio Nobel de la Paz, antes de emprender otra aventura bélica en el Medio Oriente invadiendo a Siria, porqué no le pregunta a su pueblo sí quiere más guerra?
Él ha dicho que está pensando detenidamente si ordena o no una invasión a Siria sin que necesariamente haya mencionado consultarle primero a los americanos si estarían de acuerdo con una nueva acción bélica en territorio Árabe.
La consulta a su pueblo seguramente no la hará, para qué, dirá él o sus confidentes, pero en cambio sí acudió a la cúpula del Pentagono y a su incondicional aliado, Inglaterra, para disponer de poderosos acorazados a fin de prepararlos para un ataque misilísitico.
Tal parece que para el Nobel de la Paz es más importante incentivar la guerra en Siria atendiendo primero la conveniencia de Isrrael y a los intereses económicos de la  industria militar de Estados Unidos en la que se mueven ingentes sumas de dinero, y que a su vez le reporta pingües utilidades al fisco americano.
El destacado avance en la tecnología de las comunicaciones le ha permitido a la humanidad, enterarse de manera amplia de los más disímiles propósitos de cada gobierno al momento de emprender una determinada acción. Esto le ha facilitado, así mismo, al noble pueblo treabajador norteamericano estar enterado que su pais cuenta con reservas petroleras para mover su industria pesada y atender el consumo doméstico por muchos años, suficientes mientras la gran nación encuentra otras alternativas energéticas.
En consecuencia, el pueblo sabe que los sometimientos bélicos llevan como trasfondo el ejercer dominio  sobre sus recursos petroleros o de cualquier otra índole, así ese propósito se quiera mimetizar como una desinteresada colaboración para que el interevenido pais llegue al modelo democrático occidental, sin interesarles que las invadidas regiones llevan una antigua  historia con sus propios sistemas de gobierno.
El pueblo americano, la gente común y corriente también quiere llevar una vida de paz que le permita disfrutar la existencia sin el sobresalto de las guerras y menos, con las retaliaciones que ellas conllevan por parte de los pueblos sojuzgados.